LOS JAMAS CONQUISTADOS

“LOS QUE NUNCA FUERON CONQUISTADOS”

 

El noroeste del estado de Oaxaca está poblado por la etnia Mixe. Esta región es sumamente montañosa. Por la parte baja de las montañas bajan torrentes de agua cristalina. En la parte baja de las montañas hay bosques continuamente humedecidos por las lluvias y habitados por venados, tigres, pumas, osos, leopardos e innumerables clases de víboras.
Sobre sus orígenes, al igual que los de otros pueblos oaxaqueños, tenemos poca información, más aun, hay información variada y contradictoria.
Algunos historiadores mencionan que llegaron por el Golfo de México, otros dicen que llegaron del sur, probablemente de Centroamérica. No se sabe con seguridad su procedencia, lo que si conocemos es que, cuando el reino de Zaachila existía, en el año 1400 d.C., ya los mixes se encontraban en la región montañosa que hoy habitan.
Los vestigios encontrados de la cultura Mixe, difieren de los hallazgos de los zapotecos y mixtecos, en parte debido a lo abrupto del terreno y a la vegetación que todo lo cubre. No se han encontrado siquiera residuos de cerámica propios, por lo que se piensa que los mixes adquirían estos objetos de otros pueblos. Posiblemente comerciaban las pieles de los animales que cazaban.
Al igual que los Chinantecos, los Mixes vivían de la caza, la pesca y la agricultura. Para protegerse del frió y de la lluvia aprendieron a fabricar telas gruesas.
Los mixes se enorgullecen de no haber sido vencidos y conquistados nunca. Cierto es que, como su territorio es muy montañoso fue siempre difícil para otros grupos penetrarlo, y más aún vencerlos. Los mixes aprovecharon estas condiciones de sus terrenos para defenderse y atacar mejor a sus enemigos.
Los mixes se sienten orgullosos de ser descendientes del señor Condoy. Cuenta la leyenda que el señor Condoy no tuvo padres ni otros parientes. Apareció en el mundo ya grandre. Decían que lo habían visto venir a la tierra, saliendo de una cueva que existe en los montes, no lejos de Juquila de los mixes.
Mas tarde, se convirtió en jefe de la nación mixe y la defendió de todos sus enemigos, tenía un ejército valiente y numeroso. Guerreaba mucho y siempre triunfaba. Residió en Totontepec. Nadie tuvo la gloria de vencerlo.
Después de haber gobernado a los suyos, quiso apartarse del mundo, entró en la cueva de donde salió acompañado de sus capitanes y cargado con el oro y demás trofeos de sus victorias. Cerró la entrada y partió a remotas e ignoradas regiones por sendas que solo él conoció.
Los mixes aseguran que el Rey Condoy no murió. Por sus cualidades creen, aun en nuestros días, que Condoy es un ser sobrenatural.